Nota La Voz – Por Nicolas Casas Diaz
CONSUMIDOR FINAL DE CASA PROPIA
“El consumidor es un perfil amplio en edad, teniendo en cuenta que suelen cambiar de vivienda hasta tres o cuatro veces en el lapso de su vida. Incluimos a familias jóvenes que adquieren su primera vivienda y suelen depender de la entrega de algún bien menor heredado, la ayuda de padres o de créditos hipotecarios”, cuenta Nicolas, nuestro socio fundador.
Al pasar el tiempo, el perfil del consumidor final muta por su actividad, nuevas herencias familiares, aumento de la familia (hijos) necesidad de escolarizar a los hijos, entre otros factores.
Ese es el perfil del consumidor final de vivienda propia según el especialista, que también es miembro fundador de MLSCórdoba (agrupación de inmobiliarias que trabaja en temas como capacitación entre colegas). Además, suelen tener familias acomodadas económicamente y trabajos estables, ya sea en relación de dependencia o por cuenta propia y profesional. Suelen buscar departamentos de dos o tres dormitorios y mayormente dúplex en barrios con servicios como la seguridad.
La mayoría de las inversiones de los rentistas tradicionales se concentran en departamentos en los principales sectores de la ciudad de Córdoba.
Conforme pasa el tiempo, ese perfil muta: necesita vender y comprar o permutar; normalmente sus ahorros están invertidos en inmuebles de menor escala.
“Por último, llegando a una edad avanzada y con hijos que dejan el nido familiar, encontramos familias que buscan viviendas más pequeñas y fáciles de mantener; suelen preferir casas en planta baja. Aquí resalto casos especiales causados por separación, lo que genera un nicho de mercado que muchas veces necesita vender la vivienda para dividir o requiere comprar una vivienda menor para quien dejó la sede familiar”,apunta Casas Díaz.